Necesarias, merecidas y eternas vacaciones 14 agosto, 2017 – Publicado en: Vida – Etiquetas:

Puede que muchos ya hayáis disfrutado de ellas y os han sabido a poco, otros estáis en el proceso de decir “o me voy ya de vacaciones o me voy de la vida”, otros por circunstancias o por gusto van contracorriente y tienen vacaciones cuando las masas trabajan y luego están los que injustamente, seguro, no tienen vacaciones.

Este corto periodo de tiempo (corto hasta para los estudiantes) en el que intentamos sacar lo mejor de nosotros, lo importante no es el destino, ni la compañía, ni el mantenerte ocupado o en el caso contrario hacer el vago hasta el punto de estar cansado de no hacer nada. Simplemente lo más importante aquí es hacer lo que quieras, con quien quieras, a la hora que sea y en el lugar que prefieras, es decir, sentirte libre para hacer básicamente lo que te de la gana.

Da igual si eres de los que les gusta tenerlo todo cronometrado para que te de tiempo de ver todos los museos y placitas como un buen turista, sí señor, o si eres de los de la pulserita que solo gastas energía en andar de la amaca a la barra. Luego están los aventureros, no los que se van de safari no, sino los que cargan con toda la familia a cuestas a la playa, los suegros, los abuelos, los niños, los cuñados… ¿sabes a lo qué me refiero verdad? Cada cual tiene su forma de vivir las vacaciones, pero lo que si tenemos todos en común es el sintonizar nuestra mente como apagada y fuera de cobertura, que dentro de nuestra cabecita solo esté el mono con los platillos y disfrutar de lo que venga, que seguro que es bueno.

No voy a hablar de lo necesarias que son porque ya lo sabemos, ni tampoco juzgar quien se las merece o quien no, ni la forma en las que cada uno las pase, lo que si hago un llamamiento a los que se las saltan, las odia o se llevan trabajo a ellas ¿qué sois de otro planeta? ¿o qué?

Si es que las vacaciones deberían de ser eternas, sí, eso pensamos al principio pero hay veces que llega finales de agosto, las nuevas temporadas en las tiendas, la vuelta al cole, las horas más cortas, los titulares de las revistas haciendo alusión a la rutina… espera, ¿ruti qué? sí porque empieza a oler a rutina y mira tú por donde ¿la necesitabas?

Septiembre es como el comienzo de año nuevo con todos sus propósitos y esas cosas, el peor mes para muchos o el mes en el que nacen las personas guapas para otros. Ahora toca ponerte a pensar en empezar cosas nuevas, la prueba de ello son los miles de anuncios de colecciones (interminables) durante el mes, ¿para qué? para que llenes ese vacío que dejan las vacaciones y empieces cosas nuevas. Ya le puedes decir hola a Septiembre con el propósito de subir tu nivel de inglés, o de gastar menos durante el resto del año, de hacer deporte (no, no es un chiste), nuevas metas, que sí que cuestan que lo más probable es que nos dure solo un mes y eso con suerte, lo que si tenemos que tener claro es no dejar de hacer aquello que nos guste, porque solo así seremos felices hasta en Septiembre con olor a café y de fondo el sonido de las ruedas recién estrenadas de las maletas de los peques que van al cole.

¡Pero bueno que nos queda medio mes para que acabe Agosto! Disfruta.